jueves, 15 de septiembre de 2011

TRABAJANDO JUNTOS POR LA VISIÓN DIVINA

INTRO:
Hace unas semanas atrás, pudimos observar en nuestras televisiones una noticia que me dejo frío, un niño de 14 años, el “Ponchis”, que se dice participo de 300 ejecuciones; podemos echarle la culpa a la sociedad, al gobierno, a sus padres, al crimen organizado, pero debemos reconocer que si nuestra sociedad esta corrompiéndose, es por que nosotros como Iglesia hemos dejado de ser sal y luz, y una de las razones es que hemos buscado hacer lo que nos gusta, queremos deleitarnos a nosotros mismos, deseamos ser reconocidos, ser quienes tenemos el poder, olvidándonos de nuestra Misión, “Extender el reino de Dios en este mundo”.

PASAJE:
“Entonces vino Amalec y peleó contra Israel en Refidim. Y dijo Moisés a Josué: Escógenos varones, y sal a pelear contra Amalec; mañana yo estaré sobre la cumbre del collado, y la vara de Dios en mi mano. E hizo Josué como le dijo Moisés, peleando contra Amalec; y Moisés y Aarón y Hur subieron a la cumbre del collado. Y sucedía que cuando alzaba Moisés su mano, Israel prevalecía; mas cuando él bajaba su mano, prevalecía Amalec. Y las manos de Moisés se cansaban; por lo que tomaron una piedra, y la pusieron debajo de él, y se sentó sobre ella; y Aarón y Hur sostenían sus manos, el uno de un lado y el otro de otro; así hubo en sus manos firmeza hasta que se puso el sol. Y Josué deshizo a Amalec y a su pueblo a filo de espada. Y Jehová dijo a Moisés: Escribe esto para memoria en un libro, y dí a Josué que raeré del todo la memoria de Amalec de debajo del cielo. Y Moisés edificó un altar, y llamó su nombre Jehová-nisi; y dijo: Por cuanto la mano de Amalec se levantó contra el trono de Jehová, Jehová tendrá guerra con Amalec de generación en generación.” Éxodo 17:8-16.

I.- DIOS TIENE UNA VISIÓN PARA SU PUEBLO.
“Y dijo: Yo soy el Dios de tu padre, Dios de Abraham, Dios de Isaac, y Dios de Jacob. Entonces Moisés cubrió su rostro, porque tuvo miedo de mirar a Dios. Dijo luego Jehová: Bien he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he oído su clamor a causa de sus exactores; pues he conocido sus angustias, y he descendido para librarlos de mano de los egipcios, y sacarlos de aquella tierra a una tierra buena y ancha, a tierra que fluye leche y miel, a los lugares del cananeo, del heteo, del amorreo, del ferezeo, del heveo y del jebuseo.” Éxodo 3:6-8.

Así como Dios tenía una visión clara del futuro de su Pueblo de Israel, hoy tiene una visión de nuestro futuro, Dios nos ha dado a nuestras familias, a nuestros amigos para Cristo.
“Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa. Y le hablaron la palabra del Señor a él y a todos los que estaban en su casa. Y él, tomándolos en aquella misma hora de la noche, les lavó las heridas; y en seguida se bautizó él con todos los suyos. Y llevándolos a su casa, les puso la mesa; y se regocijó con toda su casa de haber creído a Dios.” Hechos 16:31-34.

“El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.” 2ª Pedro 3:9.

II.- LA VARA, SEÑAL DE LA PROMESA.

“Entonces Moisés respondió diciendo: He aquí que ellos no me creerán, ni oirán mi voz; porque dirán: No te ha aparecido Jehová. Y Jehová dijo: ¿Qué es eso que tienes en tu mano? Y él respondió: Una vara. El le dijo: Echala en tierra. Y él la echó en tierra, y se hizo una culebra; y Moisés huía de ella. Entonces dijo Jehová a Moisés: Extiende tu mano, y tómala por la cola. Y él extendió su mano, y la tomó, y se volvió vara en su mano.” Éxodo 4:1-4.

La vara era la Señal que Dios le entrego a Moisés, para recordarle la promesa, sobre el futuro para el pueblo de Israel.

En cada momento critico que paso el Pueblo en el desierto, la vara de Moisés, la vara de Dios, aparece como señal inequívoca de la fidelidad de Dios, sobre el futuro del pueblo de Dios.

Las plagas en Egipto, el cruce del mar rojo, el agua de la peña, cuando el pueblo se enfrento a Moisés, sobre quien era el enviado de Dios; la vara fue la señal.

III.- HACE FALTA MAS QUE LA PROMESA.
Pero hace falta algo más que visión, algo más que una promesa; hacen falta por lo menos tres elementos claves para que esa promesa sea una realidad palpable, para mantenerte en la palabra de Dios, aun cuando un ejército armado venga contra la Iglesia.

a.- Un guardián de la visión.
Moisés, era el guardián de la promesa; no era él quien había producido la visión, no era su sueño; era solo el depositario de esta, y la visión era el sueño de Dios para este pueblo esclavizado.
Moisés debía mantener la visión presente para dar dirección al pueblo, no deberían establecerse en el desierto, no deberían mantenerse como nómadas, debían buscar cumplir lo que Dios había señalado sobre el futuro del pueblo.

b.- Guardianes del Guardián.
Aaron y Hur, cuidaban las manos de Moisés, para qua el mantuviera levantada la visión, la promesa, y cuando la vara estaba en lo alto, el pueblo ganaba la batalla. Personas interesadas en ayudar a Moisés a mantenerse enfocado el la visión, en el objetivo, en la meta.

c.- La congregación en batalla.
Notemos que Moisés, Aaron y Hur, no estaban directamente en la batalla, estaban Josue y el pueblo, esto es clave, por que es parte del diseño de Dios para la Iglesia.
“Ahora bien, Cristo dio los siguientes dones a la iglesia: los apóstoles, los profetas, los evangelistas, y los pastores y maestros. Ellos tienen la responsabilidad de preparar al pueblo de Dios para que lleve a cabo la obra de Dios y edifique la iglesia, es decir, el cuerpo de Cristo. Ese proceso continuará hasta que todos alcancemos tal unidad en nuestra fe y conocimiento del Hijo de Dios que seamos maduros en el Señor, es decir, hasta que lleguemos a la plena y completa medida de Cristo.
Entonces ya no seremos inmaduros como los niños. No seremos arrastrados de un lado a otro ni empujados por cualquier corriente de nuevas enseñanzas. No nos dejaremos llevar por personas que intenten engañarnos con mentiras tan hábiles que parezcan la verdad. En cambio, hablaremos la verdad con amor y así creceremos en todo sentido hasta parecernos más y más a Cristo, quien es la cabeza de su cuerpo, que es la iglesia. El hace que todo el cuerpo encaje perfectamente. Y cada parte, al cumplir con su función específica, ayuda a que las demás se desarrollen, y entonces todo el cuerpo crece y está sano y lleno de amor.” Efesios 4:11-16. (NTV)

CONCLUSIÓN:
Si queremos ver transformada nuestra sociedad; si deseamos ver a nuestras familias rendidas ante nuestro Señor, debemos luchar juntos por la visión que Dios ha entregado a esta iglesia, juntos, el pastor, los líderes, y toda la congregación.
Visión + visión = división.
Queja, murmuración = derrota.
Visión + Unidad = Realización.

TE PRESENTO A MI DIOS QUE RESTAURA Y TRANSFORMA

INTRODUCCIÓN:
Antes de venir a Jesús y aun después de haberle conocido; hemos experimentado el quebranto del pecado, del fracaso. También heos visto como algunas personas no se cansaban de señalar nuestra falla, vez tras vez, muchas veces fueron personas que considerábamos espirituales, o con autoridad moral, y llegamos acreer que Dios actúa así con nosotros. Veamos que nos dice este pasaje en referencia a esta situación.

PASAJE:
“Y como insistieran en preguntarle, se enderezó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella. E inclinándose de nuevo hacia el suelo, siguió escribiendo en tierra. Pero ellos, al oír esto, acusados por su conciencia, salían uno a uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros; y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba en medio. Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó? Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más.” Juan 8:7-11.

I.- MUCHOS PONEN SU MIRADA Y DEDO EN NUESTRO PECADO.
“Entonces los escribas y los fariseos le trajeron una mujer sorprendida en adulterio; y poniéndola en medio, le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de adulterio. Y en la ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres. Tú, pues, ¿qué dices? Más esto decían tentándole, para poder acusarle. Pero Jesús, inclinado hacia el suelo, escribía en tierra con el dedo. Y como insistieran en preguntarle, se enderezó y les dijo”. Juan 8:3-7

a.- La gran mayoría de nuestros juicios, son sesgados.
“Entonces los escribas y los fariseos le trajeron una mujer sorprendida en adulterio”
Que interesante relato; notemos que esta mujer fue sorprendida, esta palabra katalambáno; que implica “tomar anhelantemente”, “apoderarse”, “poseer”, “comprender”. La acción denota la intención de ejercer sobre ella dominio; lo que nos debe resultar curioso es que solo se atrapa a la mujer y no al hombre. ¿Por qué? ¿No eran los dos infractores? Es que generalmente somos incapaces de ser imparciales. Siempre favorecemos a quien esta cerca de nosotros; estos hombres favorecían al hombre. (Escribas y fariseos)

b.- Tardamos en perdonar y liberar al ofensor.
“Y como insistieran en preguntarle”
El Señor Jesús se resiste a hablar, el sabe al igual que los demás que esto es cierto pero injusto; cuando el Señor es paciente, la humanidad es inmisericorde, “Si peco, que pague su pecado”; por ello este grupo de hombres insisten, la palabra griega es epiméno, “permanecer”, “quedarse”, “insistir”. Juan no nos dice que preguntaran una vez mas; pero recordemos que también nos comunicamos con el lenguaje corporal; probablemente movían los pies en señal de desesperación, hacían muecas; ellos querían “veredicto”, deseaban que Jesús nuestro Señor apoyara sus tradiciones, usaban la ley solo como pretexto. Pero el señor guarda silencio, el no vino a juzgar, vino a salvar, a restaurar.

II.- NUESTROS PECADOS, TIENEN CONSECUENCIAS.
“y poniéndola en medio, le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de adulterio. Y en la ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres.”

a.- Esta mujer estaba en adulterio.
“esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de adulterio.”
Notemos que Juan, al escribir el evangelio no duda en llamar pecado al pecado, la mujer estaba en adulterio, había traicionado la confianza y el pacto hecho a su esposo; la narración no se interesa en tratar los probables problemas maritales; pero si señala el pecado. Debemos comprender la diferencia y juzgarlas como lo que son, si es pecado, llamémosle pecado; si es error, es error; si es fracaso, fracaso.

b.- El pecado merece castigo.
“Y en la ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres.”
Aun cuando esta era una verdad parcial, no deja de ser verdad; es decir, la mujer y el hombre merecían la muerte, esto es lo que mando Dios por medio de Moisés: “Si un hombre cometiere adulterio con la mujer de su prójimo, el adúltero y la adúltera indefectiblemente serán muertos.” Levítico 20:10. (Otro pasaje es Deuteronomio 22:22-30)

III.- JESÚS SÓLO DESEA RESTAURARNOS Y TRANSFORMARNOS.
“se enderezó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella. E inclinándose de nuevo hacia el suelo, siguió escribiendo en tierra. Pero ellos, al oír esto, acusados por su conciencia, salían uno a uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros; y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba en medio. Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó? Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más.”

a.- Jesús puede ver más allá de nuestro fracaso o aparente éxito.
“¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó? Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno”
Notemos la forma en que Jesús trata a la mujer hallada en adulterio, no le recrimina, aun que reconoce su pecado; no le habla del castigo que merecía, de hecho ha estado renunciando a emitir un juicio; ya que la conciencia de la mujer le acusaba cada día, y aun más en ese día al ser encontrada en infraganti.
Lo que hizo el Señor fue preguntar. ¿Dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condeno? La mujer esta a la expectativa, ya que el grupo de hombres reconoció que no podían condenarla, pero quien estaba frete a ella, SI.

b.- Jesús desea cambiar nuestra historia.
“Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más.”
Tres declaraciones en una frase cambian nuestra historia.

1.- Ni yo te condeno.
La expresión es katakríno, “juzgar contra”, “sentencia”, “condenar” y “declarar”. El Señor la libera de la condenación que merecía; Jesús veía en ella, lo que nadie mas podía ver, un corazón arrepentido. Ni yo te condeno, es similar a te perdono.

2.- Vete.
La segunda palabra es vete; poreúomai, es la palabra usada aquí, y podría significar: “específicamente remover, vivir, andar, apartar, camino, ir, salir, seguir, subir”. Deja de percibirte como pecadora, por que ya te perdone, vete de este lugar que solo te recordara tu pasado; sigue tu camino, sigue viviendo.

3.- No peques más.
La tercera declaración es, no peques más. Jamartáno, es la palabra usada aquí, denota “propiamente errar el blanco”, “cometer pecado”, “practicar el pecado”.
No puedes seguir viviendo igual después de encontrarte con Jesús, por que el te restaura y te capacita para vivir de forma diferente, Jesús le dice a la mujer adultera, “No practiques mas el pecado”. Deja de vivir en contra de Dios, y en contra tuya.

CONCLUCIÓN:
Este es el Dios que debemos presentar a nuestros familiares, amigos y conocidos no creyentes; ellos creen que nuestro Dios esta listo a enviarles al lago de fuego y azufre; pero nuestro Dios en realidad desea restaurarles y transformar su futuro, no importa si son alcohólicos, drogadictos, prostitutas, mujeriegos u hombreriegas, Dios desea restaurarles y transformarles.
Digámosles: TE PRESENTO A MI DIOS QUE RESTAURA Y TRANSFORMA.

SU MISIÓN, NUESTRA MISIÓN

INTRODUCCIÓN:
Cuando hablamos de nuestro destino, existen dos posturas sobre como se establece este destino; uno es que nuestro destino ya ha sido trazado y no podemos hacer nada para cambiarlo, ni para mal, ni para bien; la otra es que somos constructores de nuestro destino, y nadie mas que nosotros somos quienes lo establecemos. Sin embargo Dios es quien establece nuestro destino y somos nosotros quienes debemos trabajar para lograr ser quien ha dicho que somos. Y eso determina lo que hacemos; y lo que hacemos manifiesta quienes somos. Permíteme hablarte de lo que necesitamos hacer, por que Dios ha dicho que ya somos.

PASAJE: Juan 20:19-23.
“Cuando llegó la noche de aquel mismo día, el primero de la semana, estando las puertas cerradas en el lugar donde los discípulos estaban reunidos por miedo de los judíos, vino Jesús, y puesto en medio, les dijo: Paz a vosotros. Y cuando les hubo dicho esto, les mostró las manos y el costado. Y los discípulos se regocijaron viendo al Señor. Entonces Jesús les dijo otra vez: Paz a vosotros. Como me envió el Padre, así también yo os envío. Y habiendo dicho esto, sopló, y les dijo: Recibid el Espíritu Santo. A quienes remitiereis los pecados, les son remitidos; y a quienes se los retuviereis, les son retenidos.”

I.- NO SOMOS PERFECTOS.
“Cuando llegó la noche de aquel mismo día, el primero de la semana, estando las puertas cerradas en el lugar donde los discípulos estaban reunidos por miedo de los judíos,”

Una de las principales razones por las que no cumplimos nuestra misión y no alcanzamos nuestro destino, es por que creemos que por ser imperfectos no debemos participar de la misión.
Veamos que este grupo de discípulos a quienes nuestro Señor encomienda su misión, no eran perfectos.

a.- Estaban encerrados.
Estos hombres y mujeres habían estado tres años con Jesús, escucharon sus mensajes y enseñanzas, vieron sus milagros y de hecho participaron en algunos de ellos; observaron a Jesús orando, y sabían que Jesús tenia una misión especifica, pero la muerte de Jesús en la cruz, les dejo pasmado, no era lo que esperaban, mucho menos lo que deseaban.
Y aun cuando Pedro y Juan vieron el sepulcro vacío, y María Magdalena testificaba haber visto a Jesús, ellos estaban encerrados.

b.- Por miedo.
Miedo: φόβος, fóbos: Alarma, susto, temor, miedo.
El motivo para estar encerrados es que tenían miedo de los judíos; era el mismo miedo que había sentido Pedro cuando negó tres veces a Jesús; ahora aun cuando sabían que Jesús estaba vivo, tenían miedo.
El miedo les paralizaba, tenían un mensaje que entregar, a un Señor vivo, pero también miedo.

c.- No eran perfectos, como nosotros no lo somos.
En definitiva, no eran perfectos, aun en este momento hay un discípulo que no esta en el grupo, y que todos reconocemos como el incrédulo de Tomas; quien tuvo que tocar las heridas de Jesús para creer.
Lo interesante es que nosotros tampoco somos perfectos, también experimentamos el miedo, de hablar de Jesús, de que nos digan locos, de que piensen que somos unos inadaptados; y nos encerramos, o mejor dicho encerramos nuestra fe. “Por favor que no sepan que soy cristiano”. Y aun tenemos dudas, algunas son dudas razonables, otras son dudas de incredulidad.

II.- SU MISIÓN, NUESTRA MISIÓN.
“Como me envió el Padre, así también yo os envío.”
Envió: ἀποστέλλω, apostélo: Poner aparte, enviar, mandar, meter, poner.
Envío: πέμπω, pémpo: Despachar, punto de partida, transmitir, otorgar o ejercer:- enviar.

Nuestro señor Jesús en esta nueva aparición, señala que la misión en la que nos ha de enviar, esta relacionada estrechamente con la misión que recibió del Padre:

a.-¿Para que fue enviado Jesús a la tierra?
“Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.” Juan 3:17.
El Señor fue enviado para salvar al mundo, no es que el mundo lo mereciera, éramos in merecedores, pero Dios envío a Jesús para salvarnos, a pesar de nosotros. Y así como Jesús fue enviado, ha decidido enviarnos al mundo; la Iglesia no debe ser una comunidad cerrada, sino una abierta que envía al discípulo a hacer más discípulos.

b.- El amor es el motivo.
Juan 3:16, nos dice la motivación; el amor. Dios nos ha amado de tal forma que no pudo estar quieto, sino que nos ama con un amor tan profundo que este amor le mueve; es esta amor la razón por la que según Pablo en Filipenses 2, Jesús no se aferro a ser igual a Dios, sino que se despojo, se humillo, y llego a la muerte y muerte de cruz.
Me gusta la traducción de la NTV, del verso 7: “En cambio, renunció a sus privilegios divinos; adoptó la humilde posición de un esclavo y nació como un ser humano. Cuando apareció en forma de hombre”.

c.- Somos portadores del amor de Dios y de la Salvación que Jesús da.
Jesús nos da su comisión; él confía en ti y en mí, sabe que no somos perfectos, conoce nuestras limitaciones, pero nos a entregado el amor de Dios, y el mensaje de la salvación en Cristo.

III.- RECIBIMOS UN AYUDADOR Y UNA COMISIÓN.
“Y habiendo dicho esto, sopló, y les dijo: Recibid el Espíritu Santo. A quienes remitiereis los pecados, les son remitidos; y a quienes se los retuviereis, les son retenidos.”

Sin embargo no nos dejo solos, después de entregar la comisión, nuestro Señor hizo dos cosas que son importantes, primero, nos dio un ayudador, segundo clarifico la comisión que hemos recibido.

a.- Nos da al Espíritu Santo.
Recibid: λαμβάνω, lambáno: Tomar, echar mano de, agarrar, aceptar, alcanzar, cobrar, obtener, prender, recibir.
Nos dio a su Espíritu Santo, cuando leemos los evangelios, podemos observar la dependencia de Jesús al Padre por el Espíritu Santo; y sabe que nuestra misión es imposible, sino tenemos la ayuda de Él. Por ello entrega el Espíritu a los discípulos, si leemos el libro de Hechos, podemos ver que era necesario que fuese así. Hechos 1:4-8.

b.- Comisionados para remitir o retener.
Remitiereis: ἀφίημι, afíemi: Perdonar, salir, abandonar, dejar, despedir, remitir.
Retuviereis: κρατέω, kratéo: Usar fuerza, agarrar, retener, guardar, abrazar, aferrar, asir, detener, prender, tener, tomar.

Existen dos formas de reaccionar a esta misión que Jesús nuestro Señor nos ha dado, podemos ir a los demás y hablarles del mensaje que les dará libertad, o podemos guardar ese mensaje de esas personas que lo necesitan, y permitir que sigan esclavizados al pecado. Si les remitimos, estarán libres, si lo retenemos, continuaran cargando el pecado y la condenación. ES NUESTRA MISIÓN.

CONCLUSIÓN:
Nos somos perfectos, de hecho no nos acercamos a ello ni remotamente; pero aun así Dios ha dicho que somos herederos de la mas grande misión que ha existido en el universo; es una misión que nos ha transmitido Jesús nuestro Señor, Él sabia que es una misión humanamente imposible, por ello nos ha dado a un ayudador que es el Espíritu Santo; y nos ha especificado en que consiste nuestra misión.
Para que podamos alcanzar nuestro destino común, debemos reconocer que somos discípulos imperfectos, llamados por el Señor a continuar con su misión en la tierra.
SOMOS DISCÍPULOS CON UNA MISIÓN, SU MISIÓN.

SIN DUDA, DIOS TE HA LLAMADO

INTRODUCCIÓN:
Si estas en este lugar, es por que ha surgido en ti la inquietud sobre el llamado de Dios a tu vida, ¿Soy llamado? ¿Llamado a qué? ¿Cómo es que soy llamado si yo soy….?
En verdad es que algunos están luchando con su llamado, otros mas sencillamente no saben que paso dar; unos más realmente no saben que es “el llamado”.
En esta conferencia deseo que podamos despejar algunas de estas dudas y claro esta provocarles algunas otras, así que empecemos.

PASAJE CLAVE:
“Otros experimentaron vituperios y azotes, y a más de esto prisiones y cárceles. Fueron apedreados, aserrados, puestos a prueba, muertos a filo de espada; anduvieron de acá para allá cubiertos de pieles de ovejas y de cabras, pobres, angustiados, maltratados; de los cuales el mundo no era digno; errando por los desiertos, por los montes, por las cuevas y por las cavernas de la tierra. Y todos éstos, aunque alcanzaron buen testimonio mediante la fe, no recibieron lo prometido; proveyendo Dios alguna cosa mejor para nosotros, para que no fuesen ellos perfeccionados aparte de nosotros.” Hebreos 11:36-40.

I.- TODOS TENEMOS UN LLAMADO.
“Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. Porque por ella alcanzaron buen testimonio los antiguos. Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía.” Hebreos 11:1-3.

a.- La pregunta equivocada. ¿Tendré el llamado?
En realidad no debemos preguntarnos si tenemos un llamado; ya que por el hecho de ser iglesia somos llamados; La palabra "iglesia" es una traducción de una palabra griega: "ekklesia", y frecuentemente se usa para designar cualquier asamblea o congregación de personas reunidas con fines religiosos o políticos. La palabra realmente significa "llamados fuera". En la Grecia antigua las ciudades se gobernaban por un sistema puramente democrático en que todos los ciudadanos del pueblo se reunían para decidir sobre los asuntos de interés mutuo. Como eran "llamados fuera" de sus ocupaciones ordinarias a una asamblea en la cual podrían votar, la palabra llegó a significar el resultado de aquellas convocatorias, esto es, designó a aquellos que se reunían.

Pero de igual forma hemos sido capacitados con dones y talentos para poder servir a Dios y a su iglesia, a algunos Dios les llama a ministerios de gobierno y dirección, otros a ministerios tras bambalinas, pero todos somos llamados. (Efesios 4:11-16)

b.- La pregunta correcta. ¿Qué haré con mi llamado?
Así que la pregunta que debemos hacernos, es ¿Qué haré con mi llamado?
Notemos que la lista que nos da este capitulo de hebreos es extensa, no trata de ser exhaustiva; solo busca mostrarnos como personas comunes, que escucharon el llamado y se movieron en fe, pudieron manifestar la gloria de Dios.

c.- Los héroes de la fe, también somos nosotros.
Nosotros también somos llamados a ser héroes de la fe, Dios esta llamando a unos al pastorado, otros a las misiones, otros a las aulas de Escuela Dominical e instituciones teológicas, somos llamados a escribir el siguiente capitulo del libro de los Hechos del Espíritu Santo; ¿Qué decisión vas a tomar? Dios te esta llamando ¿Atenderás a su llamado?
Por la fe podemos creer que Dios llevara a la Iglesia del Nazareno a ser su agente de transformación de nuestra sociedad, de nuestra colonia, ciudad, estado y país.

II.- SOMOS LLAMADOS DE FORMAS DIFERENTES, PERO CON ELEMENTOS COMUNES.
“Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba.”
Hebreos 11:8.

a.- Llamados a diferente edad.
Cada uno de los héroes de la fe fueron llamados a diferentes edades; Moisés tenia 40 años, pero Samuel era joven al igual que David; Abraham recibió el llamamiento en su edad adulta temprana, pero recibió otra cuando ya estaba “ya casi muerto”, y creo no hay uno aquí en esa condición.

b.- Llamados por medios diferentes.
Otro asunto, es que el medio que Dios uso para llamarles nunca fue igual; Moisés por medio de la zarza ardiente; a Samuel con una voz en la noche, Isaías por medio de una visión en el templo; no esperes recibir el llamado de Dios de la misma forma que tu pastor, tu papá o cualquier otro líder que admiras; sencillamente Dios tiene una forma especial, un medio especifico por el cual te ha llamado.

c.- Llamados por medio de las carencias percibidas.
Algo que resulta común en esta lista de héroes de la fe es que todos fueron llamados viendo, sintiendo, percibiendo una necesidad sentida en la comunidad a la que servirían.
Hubo un tiempo en la que “no había palabra de Dios en la tierra”, y Samuel fue llamado a suplir esa necesidad convirtiéndose en el vocero oficial de Dios en Israel; los hebreos requerían un libertador, y Moisés reconoce esa necesidad y busca primero suplirlo según sus fuerzas matando al egipcio, y 40 años después lo hace según lo planeado por Dios.

III.- SOMOS LLAMADOS PARA DESARROLLAR MINISTERIOS DIFERENTES, PERO CON UN MISMO OBJETIVO.
“que por fe conquistaron reinos, hicieron justicia, alcanzaron promesas, taparon bocas de leones, apagaron fuegos impetuosos, evitaron filo de espada, sacaron fuerzas de debilidad, se hicieron fuertes en batallas, pusieron en fuga ejércitos extranjeros.”
Hebreos 11:33-34.

a.- Personalidades diferentes.
Cada héroe de la fe poseía una personalidad que difería poco o mucho de los demás; había melancólicos, coléricos, sanguíneos, flemáticos y la combinación de cada uno de ellos.
Atrevidos como Pedro, amorosos como Juan, apasionados como David, desconfiados como Tomas, intelectuales como Pablo, entre otros más.
Cual es tu personalidad; Dios desea usarte con ello, en realidad en las manos de Dios, cualquier debilidad es una fortaleza, y sin él cualquier fortaleza es solo un estorbo.

b.- Combinaciones diferentes.
Deseo usar una idea de Craig Groeschel; él señala que nuestro llamado o visión esta íntimamente relacionado con tres círculos combinados.
1.- El primer círculo, es el de los valores centrales: Estas son las fuerzas impulsoras de tras de cualquier esfuerzo que has realizado; las preguntas que nos ayudan a descubrirlo es: ¿Qué es lo más importante de tu vida? ¿Qué asunto son los que te molestan? ¿Qué asuntos son los que te causas alegría?
2.- El segundo círculo, es el de los dones espirituales: Estas son las habilidades que Dios te ha otorgado para realizar la misión de tu vida. Otras preguntas que nos ayudaran son: ¿Qué te apasiona hacer y lo disfrutas? ¿Qué haces que hace la diferencia en otras personas? ¿Qué crees que puedes hacer y lo harías mejor que nadie?
3.- El tercer círculo es el de las experiencias del pasado: En la vida hemos tenido experiencias buenas y malas, y cada una de ellas Dios desea usarlas para que podamos ser efectivos en nuestra misión: Una pregunta que nos ayuda a descubrirlo es: ¿Qué experiencias has tenido que te marcaron positiva y negativamente?

c.- ministerios diferentes.
El resultado es que realizamos ministerios diferentes, no por ser diferentes son contrarios, solo son diferentes, Rick Warren escribió, “Se necesitan todo tipos de iglesia, para ganar a todo tipo de personas”; y esto es cierto, estos héroes de la fe, fueron profetas, sacerdotes, reyes, evangelistas, apóstoles, escritores, etc.
Ni uno mejor, tampoco peor, solo siervos del Señor; y eso es una realidad entre nosotros; necesitamos de todos los ministerios en nuestra iglesia, con ministros de todas las personalidades, para ganar al mayor numero de personas y llevarlas a ser discípulos de Cristo.

CONCLUSIÓN:
Somos llamados, ahora comprometámonos a descubrir, para qué somos llamados; descubramos nuestra personalidad y vayamos en obediencia a transformar nuestras familias, iglesia, comunidades y la historia de nuestro país para la Gloria de Dios.